lunes, 23 de enero de 2017

FIC: "ALGO NUEVO" POR LADYARADIA (I)

ALGO NUEVO

noviembre 12/ 2016

Posiblemente, la que acababan de pasar fuera la peor pelea que habían tenido en mucho tiempo.

Esa noche Bill aceptó salir con Shay porque pensó era la mejor opción para dejar de torturarse con las posibilidades de lo que Tom podía decidir; de las decisiones que él mismo debería tomar. Y así, mientras bebía sorbos de vodka y Shay conversaba con algunas de sus amigas que había encontrado en el club, su memoria recorrió los sucesos más importantes de los últimos tiempos, los que... ¿tal vez los habían llevado a esa encrucijada?  


*****************
marzo/ 2015

“Toll”. Al escuchar esa frase, Bill se asustó mucho; jamás imaginó que Tom sería capaz de decir algo así en público.  Estaban en un meet and greet y las fans bromeaban con aquello a lo que llamaban “Torg”. Durante años quienes disfrutaban con la idea de que Bill y Tom fueran realmente una pareja hablaban de “twincest” pero tras las bromas del propio Bill sobre cómo definiría el “Torg” (“...es algo sexual, es la forma en que él mira a Tom”) las palabras de Tom salieron sin que nadie las esperara: “Y bueno, ¿se han dado cuenta de que Bill y Tom juntos sería «Toll»?”. Ninguno de los otros tres miembros de la banda pudo decir nada, y Bill solo pareció tragar seco y mover la cabeza sin saber exactamente cómo reaccionar. “«Toll» es una palabra alemana. Significa «maravilloso»”, continuó Tom, y ese último comentario acabó de descontrolar a todos.

*****************

Para ambos, iniciaba otra etapa; Tom había inventado algo, un término nuevo para esa extraña relación que tenían y la cual no se podía decir que no hubiesen intentado de muchas maneras que por fin se estabilizara; pero siempre algún obstáculo se aparecía.

Usualmente, era el rechazo de su madre a saberlos una pareja, sus críticas continuas a Bill y que Tom no fuera capaz de enfrentarla, o peor, que tuviera un terror absoluto a decepcionarla.

No obstante, las cosas se calmaron mucho con respecto a ella cuando Tom le mostró el certificado de su matrimonio con su “novia”, Ria Sommerfeld. Simone protestó porque no había sido invitada a la boda y Tom arguyó que solamente había estado Bill, porque todos necesitaban mantener absoluta discreción para que la noticia no se filtrara a sus fans, quienes ya odiaban suficiente a Ria. A su pesar, Simone se alegró interiormente con la imagen de un Bill obligado a ser único testigo de la boda de su gemelo con otra persona.

—¿La amas en verdad? —preguntó ella.
—Claro, mami, ¿por qué si no me casaría con ella?
—¿Y Bill? —ella no tocaría directamente el tema de lo que sabía habían tenido sus hijos—. ¿Cómo lo ha tomado él?
—Pues... bien, normal.

Siempre quedaban cosas sin decir, aunque ambos supieran que había más, mucha más agua corriendo bajo ese puente.

—¿Vas a mudarte con ella? ¿Se mudará Bill a otra casa?
—No; Bill y yo necesitamos trabajar juntos a cualquier hora, así que...
—Entonces Ria vive con ustedes.
—Sí, eso es... —no le gustaba mentirle tanto a su madre pero a veces ella no le dejaba otra opción. En verdad, justo el día siguiente de que firmaran ese nuevo contrato con Ria, esta vez con forma de certificado matrimonial, Bill y él se marcharon a Palm Springs en su propia escapada romántica; y no, Ria no vivía con ellos, de hecho, no sabía exactamente dónde se quedaba porque ella variaba mucho de alojamiento.
—No sé si eso resultará; Bill puede maltratar a tu esposa con su carácter..., ya sabes cómo es él de caprichoso y humillante...
—Resultará. Y... ¿qué tal la galería? —Tom comenzó a desviar la conversación hacia otros derroteros menos peligrosos y Simone decidió no insistir: hablar con alguno de sus hijos acerca de cómo era su relación con el otro siempre era como pisar sobre cristales rotos: uno podía resultar bastante herido si no tenía cuidado.

En realidad, la historia de su casamiento secreto había sido un poco diferente.

Tom conoció a Ria en 2009 a través de una agencia que proveía “acompañantes” que posaran como novias que les había recomendado su mánager personal, Dennis Kortuend, puesto que ella había trabajado antes con el famoso rapero Samy Deluxe en algo parecido. Su presencia era una idea del management para ablandar la imagen de Tom ante la opinión pública tras su incidente con las acosadoras francesas, puesto que la representación que llevara a cabo con Chantelle Paige fracasó estrepitosamente por el ego de la joven estrella norteamericana. Ria, una chica de humilde extracción cuyo mayor mérito había sido un premio de belleza local, sería más fácil de manejar; o eso pensó el propio Bill cuando accedió al plan de que Tom apareciera con ella en algunos lugares bien planeados para que los paparazzi les captaran.

Vivir en Alemania se había convertido en una causa de estrés muy fuerte para ellos, pero especialmente para Tom, tras todo lo que ya había pasado. Por tanto, luego de que otros acosadores irrumpieran en su casa de Hamburgo en 2010, Bill lo convenció de darse un tiempo para saber qué querían y mudarse a L.A. para comenzar una vida con mayor privacidad y libertad puesto que, a pesar de que la música era una de las partes más importantes de su vida, hubo ciertos momentos en que Tom tuvo dudas de si la banda continuaría siendo su futuro: estaba cansado de las persecuciones, del miedo, del silencio.

Ya viviendo en la “ciudad de ángeles”, acordaron que, tras terminar los compromisos que les faltaban en 2011, se tomarían un año sabático, o dos, el tiempo necesario para recuperarse y saber si querían seguir en ese proyecto que había sido su sueño desde la infancia; pero antes de que eso pasara, la mayor decepción de toda su existencia cayó sobre Tom para hacerlo pedazos: enterarse que Bill le había sido infiel con una mujer, y peor que eso, que le había mentido sin escrúpulos para ocultar su traición. Creyó que nunca se recuperaría de ese golpe; su sonrisa solo salía ante las cámaras y la alegría jamás llegaba a sus ojos. Tuvo que pasar tiempo para que pudiera ir sanando lentamente, y así, lentamente, empezara a perdonar.

Bill le pedía perdón todo el tiempo con palabras, pero su actitud dominante muchas veces le creaba aún más dudas a Tom sobre esa relación prohibida de los dos, sobre si debía dejarse llevar por lo que sentía por él, por ese amor avasallador que consumía su voluntad, por esa pasión que lo quemaba cerca y lejos de su gemelo. Se sentía enloquecer al pensar en que necesitaba encontrar una salida que le abriera un nuevo camino —uno que dejara a Bill solo en la categoría de su hermano gemelo—, sin poder hallarla. Era virtualmente imposible para él alejarse de Bill, y mientras más lo intentaba parecía que las ataduras que los unían se apretaran más. Luego, el verlo caer en adicciones, en depresión, terminó por rendirlo a la evidencia de que no había otro camino para él que seguir junto a Bill, en las buenas y en las malas, con subidas y bajadas, pero siempre con él.