martes, 1 de agosto de 2017

BILL HEARTBREAK: ALGUNAS TEORÍAS

BILL KAULITZ SOBRE EL AMOR...                     NOV/2014

Así que, aquí estoy. Sentado en mi cama y escribiendo sobre el amor. A mi lado está mi bulldog inglés, Pumba ─el gran amor de mi vida. Cuando me pidieron que escribiera algo sobre el amor,  dije que sí de inmediato, pero ahora estoy pensando... qué c****** sé yo de amor ?!

Supongo que quería hacerlo porque, desde que tengo memoria, he creído en él. Creo en el amor y nada más que en el amor. El gran amor, inmenso, completamente fuera de control y sobre todas las cosas, el "yo haría cualquier cosa por ti", esa clase de amor.

¿Por qué creo en él? No sé, no tengo ni idea. Todo lo que sé es que lo hago.

Desde que era un niño pequeño sentado en mi habitación en casa de mis padres en un pequeño pueblecito de 800 almas llamado Loitsche, en el este de Alemania, donde crecí, me consumía pensando en las grandes ciudades, cantar, estar en el escenario y encontrar mi gran amor. Mi gemelo, Tom, nunca entendió esa parte. A él no le importaba una mierda eso.

Mis amigos a veces se burlan de mí y casi todos los que conozco piensan que tengo una idea de cuento de hadas sobre el amor y siempre me dicen que no es de la forma en que está en las películas, que soy demasiado romántico y que todo esto es sólo mi fantasía. Ellos dicen: "En la vida real, el amor funciona de manera diferente!"

La gente piensa que soy tan ingenuo porque nunca me han hecho daño y todo lo que pienso es que, probablemente, a ellos los dañaron demasiado, y es por eso que dicen cosas como esas. Que alguien rompió su corazón o tal vez nunca amaron a alguien lo suficiente y es por eso que no pueden relacionarse con lo que estoy hablando.

Lo curioso es que soy probablemente el que fue más herido de todas estas personas juntas.
Con el corazón destrozado, completamente destruido, el peor tipo de angustia que puedas imaginar. Peor de lo que nunca pensé que podría pasarme. Me traicionaron, engañaron, se aprovecharon. Digo esto sin contar toda la historia, por supuesto, pero quiero que la gente sepa que este tipo de cosas me suceden a mí también, a los que parecen estar "Covered in gold".

Aunque todavía estoy tratando de sanar, siento que todavía creo, lo que es algo bueno. Todavía creo en la magia, en el gran único amor en la vida. ¿Me va a pasar a mí? No lo sé. Pensé que ya lo había encontrado una vez, así que tal vez no... pero tengo esperanza, porque la esperanza es lo que nos mantiene a todos y realmente creo que el amor es todo por lo que estamos aquí. Ninguna otra razón. ¡Sólo el amor!

A la gente le gusta categorizar y etiquetar todo. Eso es menos peligroso; se siente más seguro. Especialmente en la industria en la que estoy. Siento como le molesta a la gente el no saber si hay una mujer o un hombre en mi cama. Es por eso que he estado recibiendo la '' pregunta gay '' desde que cumplí 13, cuando empecé a dar entrevistas. Siempre me he preguntado... ¿por qué  importa? Pensé que estaba aquí para cantar y actuar para la gente. Nunca sentí que le debía ninguna respuesta a nadie sobre ello y me divierte que hagan de eso una gran cosa. En mi mundo no es tan blanco y negro; creo que la verdadera pregunta debería ser: ¿Por qué estamos preguntando esto? ¿Por qué es importante? ¿Por qué necesitamos las etiquetas? ¿No podemos simplemente vivir?

Nadie sabe lo que va a pasar en el próximo minuto, al segundo siguiente. ¿Quién sabe detrás de quién podría correr? Tal vez estoy a punto de conocer a alguien que me cambia la vida para siempre y, si eso sucede, ¿realmente importa de qué género sea? Lo que sí sé es que el amor es una cosa hermosa que no podemos controlar. No tenemos ningún poder sobre él. No sabemos de dónde viene, y nunca se sabe cuándo va a atacarnos y esa es su belleza...

Por lo tanto, creo que voy a esperar y ver... Espero encontrar la magia, del tipo que cura lo que se ha roto y me dé alas.

Mi único consejo es: Ama a quien quieras amar y ama a quien te ame. La vida es demasiado corta. Pero, de nuevo,  qué f*** sé yo?

TRADUCIDO POR OFFICAL GROUPIES TOKIO HOTEL, con correcciones propias.

Fuente: http://www.sheknows.com/entertainment/articles/1058775/exclusive-tokio-hotels-bill-kaulitz-on-love-and-labels-in-the-music-industry

Ahora, este escrito de Bill me ha hecho pensar varias cosas.

Digamos que estoy 100% de acuerdo con lo que dice acerca del amor y la sexualidad, y creo 100% en que él está siendo absolutamente sincero en cuanto a ello, a la burla de sus amigos por creer en el amor verdadero, incluso a que para Tom, cuando ambos eran niños, el amor no era algo de lo que quisiera preocuparse: Bill siempre tuvo más claras las cosas en cuanto a lo que quería en su vida profesional y sentimental.

Ahora, la cosa es más complicada cuando pasamos al tema de la desgraciada historia de amor que cuenta a medias, de la que salió “Con el corazón destrozado, completamente destruido, el peor tipo de angustia que puedas imaginar. Peor de lo que pensé que podría pasarme. Traicionado, engañado, aprovechado.” Porque ahí Bill no tiene en cuenta que sus seguidores le conocen muy bien, y que son muy obsesivos, especialmente los que creen que él tiene/tuvo una complicadísima historia de amor con su hermano gemelo.

¿De quién podría él estar hablando? ¿Con quién pudo tener una relación tan profunda como para que le dejara huellas tan dolorosas, tanto que “todavía estoy tratando de sanar”. Seguramente no conoció a ningún chico o chica antes de los quince años (cuando comenzó TH a ser una banda famosa) que pudiera hacerle una marca así. ¿Y después? Bueno, en teoría claro que sí, pero en realidad, no podría haber desarrollado una afectividad así fuera del grupo reducido de su staff, los Gs y su familia. ¿Por qué? Porque algo se habría sabido, como mismo cada una de las chicas con las que Tom saliera al menos más de una vez era ya conocida automáticamente como su enamorada o novia.

Sin embargo, a pesar de que todos los paparazzi y un montón de stalkers habrían dado lo que fuera por ver al menos algo que diera a sospechar que Bill tenía una relación amorosa, jamás lo hubo. Ni siquiera una mínima cosa, no digo ya algo tan fuerte como para lastimar de ese modo al que Bill se refiere. Y luego, tras mudarse a LA, tras el break en 2011, a pesar de la privacidad recuperada y la libertad nueva, tampoco nadie vio algo así. Bill andaba con Tom, Bill andaba con Shay y Shiro, Bill andaba con Katie y Alex, Bill andaba con Alex, de vez en cuando y muy espaciado, se veía con Andreas. Ahí alguien podría decir: ah, pero Alex sí, Alex podría ser el tipo. Sinceramente, lo creo poco probable. Empezando porque Alex siempre tuvo a su lado a su novia Katie con quien hace poco acaba de oficializarse.
Ahora, para continuar especulando: si Bill encontró el verdadero amor en Tom, ¿fue Tom quién lo dejó con el corazón destrozado, completamente destruido, peor de lo que pensó que podría pasarle, quién lo traicionó, engañó, se aprovechó? Tal vez sí. O tal vez eso es solo parte de la verdad.
Es ahí donde aparecen varias teorías.

1. Bill se refiere al noviazgo de Tom con Ria, y a Bill sintiéndose ignorado, abandonado, traicionado, porque confiaba en él y era lastimado una y otra vez en un afán vengativo de Tom. Eso llevaría a que el amor de pareja de los dos se acabara y que Bill esté ahora intentando sanar y recomenzar su vida, encontrar, otra vez, el amor verdadero. Esta teoría falla en una cosa: no creo posible que alguien a quien han herido de ese modo tan horrible pueda continuar viviendo una relación normal de hermanos con la persona que ha sido capaz de hacerle tanto daño.

2. Bill se refiere al daño que le hizo el noviazgo de Tom con Ria, Bill sintiéndose ignorado, abandonado, traicionado, porque confiaba en él y era lastimado una y otra vez en un afán vengativo de Tom. Pero eso no destruyó su amor: “todavía creo en la magia, en el gran y único amor en la vida”. Sin embargo, Tom ha seguido adelante con su vida sin importarle lo que siente Bill. Esta teoría falla en una cosa: no creo posible que alguien que ama tan fuertemente pueda continuar viviendo una relación normal de hermanos con la persona que ama, desea, necesita; o al menos la única persona que alguna vez le ha inspirado esos sentimientos. Ni tampoco que esa persona pueda tampoco tener la paz de ánimo para eso.

3. Bill se refiere al daño que le hizo el noviazgo de Tom con Ria, Bill sintiéndose ignorado, abandonado, traicionado, porque confiaba en él y era lastimado una y otra vez en un afán vengativo de Tom. Pero eso no destruyó su amor: “todavía creo en la magia, en el gran y único amor en la vida”. Y dice que ya lo encontró una vez así que tal vez no lo encuentre nunca más, pero él todo optimista dice que espera que sí porque “la esperanza es lo que nos mantiene a todos y realmente creo que el amor es todo por lo que estamos aquí! Ninguna otra razón. Sólo el amor!” Si esta es la teoría correcta, entonces Bill está omitiendo información crucial, la que explica que siga al lado de Tom, viviendo con él, mirándose enamorados, cantándole, y es “no puedo dejarte ir” y que a pesar de todo “lo superaron y se pusieron de pie otra vez”. Ah, también está omitiendo que él no es tan inocente, y que también dañó a su gran amor. Claro, tal vez el reproche viene porque la reacción del otro fue algo exagerada, y lo hizo pagar con creces dolor con dolor, hasta no soportar más verlo autodestruirse, ni soportar más que el estado de las cosas no fuera la paz que solo ellos saben darse.

4. Bill se inventó toda la historia de “Soy el más dañado” para que sus fans nos rompamos la cabeza tratando de dilucidar de quién habla, y es incoherente a propósito por dos razones: para distraer del twc a quienes dudan; y para que quienes creen firmemente en el twc ahora sí digan: “se acabó, está muerto. Bill perdió a su gran amor y ahora sueña con conseguir otro”.

¿Con cuál te quedas? ¿Tienes alguna otra?

Por ahí hay quien ya ha pensado que tal vez es Tom el del corazón roto, y que lo encubrieron con Bill; ellos siempre se esconden y enmascaran, así que tiene cierta lógica, y ya sabemos que Tom sí fue “traicionado, engañado, de la peor manera posible”. Por cierto, Tom reposteó él mismo las palabras de Bill:

https://www.facebook.com/tokiohotel/posts/10152756833828650

Tokio Hotel

27 de enero 2015 12:25 •


Check out my little brothers letter about LOVE that he wrote a while ago for Sheknows.com in case you missed it. Thought it's worth a repost. Enjoy! - Tom

ALGO NUEVO II

II

noviembre 13/ 2016

Despertar fue todo un desafío. No recordaba una resaca tan fuerte desde hacía mucho tiempo. Había dormido en la habitación de invitados, en una de las camas individuales, tras beberse en el club una botella completa de vodka y comenzar con cocteles de diferentes sabores. Shay le advirtió que estaba haciendo mal al beber tanto, pero Bill quería, literalmente, ahogar sus penas en alcohol. Mientras se preparaba en la cocina una mezcla que mejorara su resaca, Tom apareció.
—Ah, al final volviste a casa —en realidad Tom había estado pendiente de su llegada y no durmió hasta saberlo seguro, pero no iba a admitirlo tan fácilmente.
—No quiero hablar ahora, Tom; me duele cabeza.
—Bebiste demasiado alcohol, y sabes que no puedes hacerlo, por tu salud.
—Ya sé, ya sé —Bill se fue de nuevo hasta la habitación en que había dormido, con el vaso en la mano; ya allí, tomó un rotulador y le escribió “A Giant Bill”, le hizo una foto y la subió a su Instagram Story: ya sabía que lo habían fotografiado la noche anterior, al menos debía justificar su mala cara aceptando que estaba muy borracho. Se quedó allí encerrado, acostado y en silencio, intentando dormir todo el resto del día.

Mientras, Tom se metía a las redes sociales que sabía siempre estaban pendientes de ellos, especialmente de sus fans, porque si Bill no le contaba cómo había pasado esa noche, él al menos tenía que llevarse una idea, su lado de hermano protector y su lado de amante celoso se unieron con el mismo fin. Lo primero que vio fueron fotos de paparazzi que le tomaron a Bill afuera del Delilah Lounge, y sí, él realmente parecía no estar bien, se le veía apagado y cansado; pero luego vio otra imagen colgada en su instagram por un conocido de ambos —Bill llamaba amigo o amiga a muchas personas, pero Tom era mucho más cuidadoso con sus afectos— donde él sonreía abiertamente, pasando un brazo por sobre el joven y posando para el selfie. Entonces, ¿Bill estaba sufriendo o simplemente había decidido pasar hoja y olvidar?
—Creo que sí te divertiste anoche —entró a la habitación de invitados donde Bill seguía recostado con el brazo derecho tapándole los ojos.
—Tom, déjame en paz; me duele la cabeza...
—No hubieras bebido tanto entonces. Lo siento por ti pero no puedo quedarme callado porque explotaré...

Bill se sentó lentamente sobre la cama.
—Habla entonces —miró hacia abajo, intentando no enfocar el rostro turbado de Tom.
—Anoche... dijiste cosas muy duras, que espero pienses mejor...
—No tengo que pensarlo, Tom; necesitamos darnos espacio, decidir qué es lo que queremos realmente, qué estamos dispuestos a sacrificar y qué... no. Prefiero que no estemos juntos a que nos peleemos como ayer.
—¡Esa pelea fue tu culpa!
—Sí, claro, todo es culpa mía, siempre; no quiero volver al mismo círculo vicioso, ¿entiendes? Le pediré a Shiro que me busque un apartamento que rentar y...
—Ah, Shiro, debí imaginar que su garra andaba metida en esto.
—¿Qué te traes con Shiro, Tom?
—Es que no te das cuenta, ¿verdad? Como hemos sido sus juguetes, cuán mala ha resultado mucha de la publicidad que nos ha gestionado como aquel programa para hablar de sexo, ¡cómo no previno que preguntarían si tú y yo tenemos sexo juntos!, se veía venir, pero creo que le gusta todo eso, por un lado casi obligándome a sacar a Ria a todas partes y por el otro dándole por el gusto a quienes creen que tenemos algo más que hermandad, ¡cualquier cosa le sirve!, y a mí no me gusta que me manipulen así...
—Él y Shay nos apoyaron siempre, desde que llegamos.
—Ajá, se fue haciendo imprescindible, y luego lo dejamos dirigir nuestras vidas. Ya no, Bill, ya no quiero eso.
—De verdad que no te entiendo, Shiro ha hecho todo por nuestro bien...
—¡Pero lo ha hecho mal!
—No pienso igual que tú; lo siento.
—Yo también lo siento porque... nuestras desavenencias personales estén llegando a nuestro trabajo, va a hacerse difícil trabajar así.
—Entonces tal vez... ya ni siquiera debamos trabajar juntos... —lo había dicho muy calmado y Tom lo miró fijamente, pero Bill no parpadeó.
—Creo que —Tom titubeó—... mejor te dejo... pensar... las cosas que estás diciendo... y darte tiempo de arrepentirte.
—Como quieras —Bill se volvió a recostar y cerró sus ojos.

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El dolor sordo en su pecho se había instalado. Tom sabía que eso era un mal síntoma; siempre que lo había sentido antes, había estado a punto de perder a Bill por una u otra razón: cuando Bill se deprimió en 2007, cuando tuvieron que operarlo en 2008, cuando tuvo aquel accidente de automóvil en 2009, la noche exacta en que tuvo un affaire sexual con aquella modelo, en agosto de 2010; cuando él se enteró de la verdad en 2011 y creyó que no sería capaz de perdonarlo. Luego, muchas veces, el dolor llegaba y se iba, pero nunca con la persistencia que estaba tomando en esos días.

Él sabía que esta vez el peligro era mayor, que Bill parecía hablar del tema de separarse como si ya no le afectara tanto. Incluso cuando Tom intentó por un tiempo hacer real su relación falsa con Ria, Bill no se rindió: siguió teniendo fe en que todo se arreglaría al final, que volverían a estar juntos, que solo era una mala racha, y que él había hecho también una herida profunda y, por lo tanto, lo más justo era que le fuera devuelta. Pero ahora hablaba de mudarse, de no trabajar más juntos, sin grandes emociones, como si hubiera aceptado la separación como algo inevitable y, tal vez, necesario.

Tom se preguntó si podría hacerlo también, si podía contemplar calmadamente la posibilidad de ya no estar con Bill pegado a su costado 24 por 7, de no tener sus caricias, sus besos, su sexo que lo saciaba como nadie jamás lograría, su calor en las noches y su abrazo que le espantaba cualquier miedo o angustia; y sí, tal vez Bill tenía toda la razón cuando se burlaba de él en las entrevistas diciendo que Tom era mucho más dependiente de su gemelo, que no podía estar más de dos días lejos sin volverse un poco loco. No, Tom sabía que no podía separarse de Bill, que moriría si tuviera que hacerlo, que ese dolor sordo se haría más y más fuerte hasta romperle el corazón. Por eso, necesitaba entender lo que estaba ocurriendo, y solucionarlo.

********************

A pesar de todo, continuaron trabajando juntos, y unos días después mostraron al mundo el remix que ambos le habían hecho a la canción “Fabienne”, de Nisse. Al día siguiente, estaban invitados a la afterparty de los AMA, pero más temprano tenían un photoshoot para el nuevo álbum, sui generis porque Georg y Gustav lo hicieron desde Alemania coordinados con otro fotógrafo además del que tomaba imágenes para los Kaulitz; al frente de la dirección artística estaba Lado Alexi, quien además de artista y amigo era el esposo de Natalie Franz, la que se había mantenido en sus vidas por muchos años ya y, a pesar de que ahora tenía su propia empresa de cosméticos, no cedía en su empeño de seguir siendo la estilista oficial de la banda.

Cuando Tom y Bill salieron de la locación escogida para las fotos, Tom, quien una vez más conducía el auto mientras Bill iba a su lado de copiloto, dirigió este hacia un famoso restaurante especializado en comida afrodisíaca.
—Ni lo sueñes, Tom; no voy a entrar ahí —se resistió Bill a bajarse del auto.
—¿Por qué no? Te encantan las ostras.
—Sí, pero quiero que vayamos a casa; tengo que ducharme y cambiarme de ropa para la fiesta de Drake.
—Te ves bien como estás, y siempre hueles bien, aunque no te duches, ya te lo he dicho muchas veces —logró sacarle a Bill una sonrisa.
—¿Ostras? Entonces solo debo fingir que no sé qué intenciones tienes cuando quieres que las comamos.
—¿Que tengamos sexo salvaje? Nunca necesitamos ayuda para eso —en realidad, Tom ya extrañaba hacer el amor con Bill pero parecía que este le rehuyera desde su pelea; o quizás era él quien no se atrevía a acercarse por miedo a ser rechazado.
—Es cierto —Bill encogió los hombros y se levantó al fin; Tom sonrió complacido.

Ya servidos, Bill fotografió la mesa para colgar la imagen en su muro de Instagram.
—Le darás qué pensar a nuestras fans. A veces eres demasiado cuidadoso y otras...
—Otras solo quiero dar qué hablar, porque no está pasando nada fuera de lo normal aquí, ¿no? Somos dos hermanos comiendo ostras... —se llevó una a la boca y la saboreó; Tom se quedó mirando sus labios, casi hipnotizado. Miró alrededor luego, estaban rodeados de parejas, fueran del mismo sexo o no... ¿era normal que dos hermanos, gemelos, estuvieran allí comiendo ostras?
—Nunca hemos sido normales, ¿verdad?
—No —Bill se sirvió del vino blanco que pidieron para acompañar, y empezaron a sonreír, conversar y jugar como si nada malo hubiese pasado entre ellos.

Con ese ánimo se fueron a la fiesta en el Delilah Lounge; ya allí, Bill no pudo evitar recordar su angustia de solo una semana atrás que solo pudo ahogar con grandes cantidades de alcohol. Él también extrañaba a Tom, pues aunque lo viera todos los días no era lo mismo que besarlo, abrazarlo, respirar su olor, entrar en su cuerpo y hacerlo suyo, reclamar toda su esencia; pero igual le seguía jodiendo mucho la actitud cobarde de Tom ante los sacrificios que su relación les estaba demandando. Por eso le había dicho que se mudaría. No obstante, la noche se estaba volviendo demasiado excitante, o era él quién estaba excitado mientras miraba a Tom usar un abrigo que había tomado prestado de su guardarropa y moverse al compás de la música sin dejar de mirarlo con esos ojos... necesitados, a pesar de todos los que allí sí los conocían.

Entonces comenzó a sonar esa canción que le traía tan buenos recuerdos, “I love you so bad”, de LANY, la que en enero de 2015 ya mencionado en su instagram: “Nunca había sentido de este modo, no puedo tener suficiente, así que quédate conmigo. No es que tuviéramos grandes planes, conduzcamos alrededor de la ciudad con las manos tomadas”. Tom se le acercó más, con una sonrisa cómplice, cargada de intenciones. “Y necesitas saber que eres el único; todo bien, todo bien. Y necesitas saber que me mantienes despierto toda la noche, toda la noche. Oh, mi corazón duele tan bien, te amo, bebé... tanto, tanto. Oh, mi corazón duele tan bien, te amo, bebé... tanto, tanto”. De pronto, Bill dejó de ver a la gente a su alrededor, en realidad estaba muy oscuro y parecía fácil creer que no existía nadie más que los dos. “Frío rabioso completamente vestido, calor rabioso cuando te acercas... a mí. Baila lento en estas noches de verano, nuestra bola de la disco es la luz de mi cocina. Y necesitas saber que nadie podría ocupar tu lugar, tu lugar. Y necesitas saber que estoy infernalmente obsesionado con tu cara, con tu cara. Oh, mi corazón duele tan bien, te amo, bebé... tanto, tanto. Oh, mi corazón duele tan bien, te amo, bebé... tanto, tanto.Oh, mi corazón duele tan bien, te amo, bebé... tanto, tanto”. Tom estaba tan cerca ahora que Bill no podía verlo: se había situado detrás suyo y hacía coro a la canción directamente en su oído. Bill tomó su teléfono e hizo una foto de su entorno mientras Tom rozaba suavemente su espalda y le susurraba: Tengo que ir al baño; no sé tú. “Y necesitas saber que eres el único, todo bien, todo bien. Y necesitas saber que me mantienes despierto toda la noche, toda la noche. Oh, mi corazón duele tan bien, te amo, bebé... tanto, tanto. Oh, oh, mi corazón duele tan bien, te amo, bebé... tanto, tanto, tanto, oh”. Lo miró alejarse entre la penumbra, y no lo pensó más, “Oh, mi corazón duele... Oh, mi corazón duele... Oh, mi corazón duele... tanto, oh”.

[19Todavía sonaban algunos acordes de la canción cuando se metieron a uno de los cubículos del fastuoso baño para hombres del club, besándose y acariciándose como si quedaran solo segundos para el fin del mundo y hubiera que aprovechar muy bien el tiempo; no hablaron ni una palabra, solo sus cuerpos se expresaban entendiéndose en su propio lenguaje; jeans y pantalones fueron a parar al piso, afortunadamente muy limpio. Bill se sentó sobre la tapa de la taza y Tom, sosteniéndose de su cuello, se sentó en su regazo, haciéndose penetrar sin mayor preparación que el deseo arrollador que lo estaba consumiendo y las ansias por fundirse carne con carne con su gemelo. Al inicio dolió un poco, pero como en esa posición él podía controlar la intensidad y el ángulo del movimiento, pronto el dolor se convirtió en placer. Sus voces se dejaban escuchar en gemidos y jadeos, en expresiones de “Mierda, mierda, sí, justo ahí, justo así”. Estaban tan inmersos en su placer, en el orgasmo que les llegó casi a la misma vez, que no escucharon cómo otras dos personas entraban con las mismas intenciones que ellos pero desistían al escuchar sus gritos y se marcharon entre risas. Con el papel sanitario a su lado se limpiaron lo mejor posible antes de volver a besarse y quedarse un rato frente con frente, recuperando el ritmo normal de la respiración.
—No creo poder quedarme mucho rato más en esta fiesta, Billy; quiero que volvamos a nuestra casa.
—De acuerdo, solo deja que me despida de las personas que conozco acá; y tú también, debes socializar un poco.
—No creo que pueda socializar mucho con tu semen escurriendo entre mis nalgas mientras camino o converso con alguien...
—Ay, es cierto —Bill se rió—; disculpa.
—No, no te disculpo; todo está como yo quería que estuviese así que... no hay arrepentimientos.
—¿No hay?
—No por mi parte; vámonos, Billy, no será la primera ni la última vez que nos escabullamos...
—De acuerdo. Yo saldré primero y nos reuniremos en la puerta de salida del club, ¿está bien?
—Está bien —asintió Tom dejando ver su más pícara sonrisa.

Afuera, los paparazzi los fotografiaron apresurándose al auto de Tom.
—Demoraste —dijo Tom cuando Bill entró unos segundos después que él.
—No lo pude evitar, varios me detuvieron para hablarme, pero estuve a dos pasos de ti todo el tiempo —se estiró hacia atrás con una expresión satisfecha: no podía negar que tener sexo en un lugar público, con el condimento del peligro, le daba una energía diferente, lo hacía sentir eufórico; y constatar el efecto que seguía teniendo en su gemelo elevaba su autoestima a niveles estratosféricos.

Tom arrancó y cuando ya se incorporaban al tráfico nocturno de la ciudad, hizo sonar una canción en el reproductor; otra vez se escuchó “Oh, mi corazón duele tan bien, te amo, bebé... tanto, tanto...”.
—Nunca más podré escuchar esa canción sin excitarme —casi jadeó Tom.
—Hmmm, ¿quiere decir que sigues excitado... ahora?
—Solo espera que lleguemos a casa y podrás comprobarlo por ti mismo.


  ********************

Despertar con Tom recostado, casi refugiado, en su pecho, era algo que Bill realmente había extrañado durante esa semana. Y era tentador dejar todo así, solo disfrutarlo sin trabas; pero en la cama ellos nunca habían tenido problemas, la pasión siempre estaba dispuesta, la excitación y el deseo se hacían presentes con solo una mirada, y jamás habían quedado insatisfechos; incluso en los peores momentos por los que había pasado su relación, incluso cuando Tom se engañó a sí mismo creyendo —por muy poco tiempo— que con Ria tal vez podía superar lo que tenía con Bill, el sexo entre los dos siguió siendo habitual y gratificante. Era fuera de esa zona de confort que necesitaban construir paredes más sólidas que sostuvieran esa relación que tantas veces se había resquebrajado; y esta vez, Bill no aceptaba menos que todo; él quería todo de Tom: su amor, su pasión y su voluntad.
—Billyyyy —Tom despertó por el movimiento de su gemelo al separarse—; quedémonos tranquilos un poco más.
—Duerme, Tomi, duerme; yo tengo cosas que hacer.

El sueño venció otra vez a Tom, quien normalmente era difícil de despertar, mientras Bill iba a darse una ducha, beber algo de café y sacar a los perros; tomar aire fresco mientras Pumba y Capper se movían juguetones y curiosos a su alrededor siempre le ayudaba a pensar. Miró a los perros olerse y jugar uno con el otro, e imaginó lo que se extrañarían si realmente se mudara y llevara a Pumba consigo.

Cuando regresó a la casa, ya Tom había preparado desayuno para los dos, y lo esperaba en la barra de la cocina. Esa mañana no tenían resaca; no habían bebido suficiente para alegar que no sabían lo que hacían la noche anterior cuando se arriesgaron a ser atrapados in fraganti cometiendo actos lascivos en un lugar público; y, mucho peor, si después de atraparlos se supiera que eran hermanos, los famosos gemelos de Tokio Hotel. El resultado sería un desastre impensable. No obstante, tomaron los riesgos conscientemente; apostando por algo nuevo.
—Sabes que tenemos que hablar, Billy; toma, hice malteada de vainilla para los dos —le alargó una de las copas altas rellenas de la sabrosa bebida.
—Gracias —le sonrió Bill, sincero, y se sentó cerca suyo; había otras golosinas a su alrededor; Tom había sido diligente—, realmente tengo hambre.
—Lo imagino; igual yo, anoche... gastamos muchas energías.
—Sí, eres insaciable —se carcajeó Bill, suavemente.
—Solo te extrañaba —le tomó la mano libre y deslizó la suya para entrelazar sus dedos.
—Tom, yo... te amo, mucho, más de lo que tú puedas saber, y te deseo, siento por ti todo lo que se puede sentir por alguien: amistad, admiración, pasión, amor; tú eres mi todo, mi único...
—Tú eres lo mismo para mí.
—¿Lo soy? Yo ya no estoy tan seguro de eso, cuando serías capaz de dejarme solo en Navidad para complacer a nuestra madre que me odia...
—Eso no es cierto... —Tom lo soltó antes de que Bill lo interrumpiera.
—¿No es cierto qué? Que Simone me odia o que me dejarás solo para ir con ella. Tal vez debas pensar tu respuesta porque de eso dependen muchas cosas.
—No puedo creer que me pidas escoger entre tú y mamá.
—Solo quiero ser primero para ti, como tú lo eres para mí, por encima de quien sea. Estoy dolido, Tomi, no te lo puedo negar, y tú debes saberlo bien porque lo sientes a través de nuestra conexión; estoy dolido porque exiges todo de mí, fidelidad, incondicionalidad, te pones celoso de mis amigos...
—¡Ah, por favor, ¿tus amigos?
—¡Lo que sea! El caso es que tú no haces lo mismo por mí a cambio.
—¡Bill! ¿Cómo puedes decir eso? Estás cansado de saber que eres lo más importante para mí.
—No si se trata de nuestra madre. Recuerda cada una de las veces que ella nos ha desafiado por nuestra relación, quién la ha enfrentado, y quién se calló dejando que siempre yo quedara como el culpable, el maldito.

Tom sabía que en eso Bill tenía razón, pero ¿cómo podría él enfrentar de ese modo a su madre?, enfrentarse a su desprecio... Sí, Bill lo hacía, pero a la vez hería con eso a Simone, y Tom no quería hacerle a su madre más daño del que ya sabía había hecho por amar a Bill del modo que lo hacía, de ese modo bizarro y prohibido para muchos tan difícil de entender.
—Billy, yo... sé que en parte tienes razón, y... te prometo solucionarlo, solo... dame tiempo, ¿sí? Un poco de tiempo para encontrar la solución.
—Yo veo muy clara la solución: es cuestión de elegir si eres valiente como para quedarte conmigo o prefieres ser el niño bueno de mami... sin mí.
—Espero poder encontrar un punto medio, ¿sí?; dame tiempo para hacerlo.

Bill lo pensó unos instantes; sí, estaba presionando a Tom pero, a su favor, él lo creía necesario.
—¿Crees que no puedo encontrar alguien bueno para mí? Me dolerá pero puedo encontrar personas que me aprecien verdaderamente, si tú no lo haces. Así que... el último plazo será Navidad, Tom; luego... mi mente estará abierta para algo nuevo.

Tom sintió la conocida punzada de los celos, y su reacción fue acercarse a Bill, abrazarlo apretadamente, oler su aroma que lo embriagaba, hablarle al oído.
—Eres mío, Billy; no vas a librarte de mí, ¿entiendes?
—No quiero hacerlo, Tomi, lo juro —le acarició la mejilla y luego lo besó, suavemente. Entre besos, caricias y susurros, se fueron a su habitación compartida.